jueves, 24 de diciembre de 2015

LA AVENIDA BOEDO Y SUS CINES

La avenida Boedo, que da el nombre al barrio homónimo, supo albergar una buena cantidad de establecimientos cinematográficos, constituyéndose en uno de los polos más atractivos de la ciudad. En total hubo seis salas. Yendo de norte hacia el sur la primera que encontramos es el Los Andes en su domicilio del 777, se inauguró en 1926, en un predio que había sido ocupado por dos grandes circos de la época como el Politeama y el de los Hnos Anselmi. Una placa en el lugar recuerda que Carlos Gardel cantó allí.
En la cuadra siguiente, en el 858 tuvo su domicilio el Cuyo que comenzó sus proyecciones en noviembre de 1945 y fue clausurado en 1992. Enfrente estaba el cine Alegría, en el 875 que abrió sus puertas en 1920, perteneciente a la firma Auger. Luego pasó a llamarse Select Boedo (foto) y con ese nombre cerró en el primer semestre del año 60. Entre Humberto Iº y San Juan, en el número 949 nació en 1905 el teatro Boedo construido por un catalán vendedor de aceite llamado Jaime Cullen, en el 1919 comenzó a dedicarse exclusivamente al séptimo arte. En 1930 lo adquiere Alfredo Lamacchia en sociedad con Ramón Otegui, y vuelven a la actividad teatral abriendo la temporada con la obra “Lo que le pasó a Reynoso” de Vacarezza  con Elías Alippi. En 1936 se remató y lo adquirió el mismo Lamacchia. Acabó siendo demolido el 21 de julio de 1959. Ya en el 1063 se ubicaba el más importante de los cines de este barrio: el Nilo. De una arquitectura monumental, decorado por dentro por el artista Antonio Semenzato fue inaugurado el 8 de marzo de 1929 con una función artística en honor y a total beneficio del Club Social Mariano Boedo, con un programa integrado por los filmes “Cazadores de Mar" y "Bésame, Bésame". Contrariamente a lo que puede pensarse su nombre no obedece al gran río africano sino al de su dueño el Sr. Nilo Gigliotti que lo levantó en los terrenos que supo ocupar alguna vez el Circo Politeama en 1915, donde luego estuvo el Teatro de Verano del comediógrafo y poeta José González Castillo. En 1978 fue vendido al Hogar Croata y corresponde a una sucursal de una importante cadena de electrodomésticos. El último y más alejado de los cines sobre esta central avenida fue el Follies, en Boedo 1941, que cerró el martes (día de damas) 26 de setiembre de 1961 con una grilla integrada por Gringalet, Barrio Gris y Detrás de un largo Muro. 

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